Laudes
HIMNO
Al levantarse la aurora
con la luz pascual de Cristo,
la Iglesia madrugadora
te pregunta: «¿A quién has visto?»
«¿Por qué lloras en el huerto?
¿A quién buscas?» «A mi amado.
Buscando al que estaba muerto,
lo encontré resucitado.
Me quedé sola buscando,
alas me daba el amor,
y, cuando estaba llorando,
vino a mi encuentro el Señor.
Vi a Jesús resucitado,
creí que era el jardinero;
por mi nombre me ha llamado,
no le conocí primero.
Él me libró del demonio,
yo le seguí hasta la cruz,
y dí el primer testimonio
de la Pascua de Jesús».
Haznos, santa Magdalena,
audaces en el amor,
irradiar la luz serena
de la Pascua del Señor.
Gloria al Padre omnipotente,
gloria al Hijo redentor,
gloria al Espíritu Santo:
tres personas, sólo un Dios. Amén.
Ant. 1. El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro.
Ant. 2. Mi corazón arde; deseo ver a mi Señor; lo busco y no sé dónde lo han puesto. Aleluya.
Ant. 3. María, mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados. Aleluya.
LECTURA BREVE Rm 12, 1-2
Os exhorto hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable. Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.
RESPONSORIO BREVE
R/. María, no llores más, * El Señor ha resucitado de entre los muertos. María.
V/. Ve a mis hermanos y diles: * El Señor ha resucitado de entre los muertos. Gloria al Padre. María.
Benedictus, ant. Jesús, resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a Maria Magdalena, de la que había echado siete demonios. Aleluya.
PRECES, del Común de santas mujeres, o de feria.
Oración
Señor, Dios nuestro, Cristo, tu Unigénito, confió, antes que a nadie, a María Magdalena la misión de anunciar a los suyos la alegría pascual; concédenos a nosotros, por la intercesión y el ejemplo de aquella cuya fiesta celebramos, anunciar siempre a Cristo resucitado y verle un día glorioso en el reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo.